Por: Claudia Lucía Mantilla
entro de los servicios que hoy en día subcontratan la mayoría de las empresas para obtener un mayor rendimiento, se encuentran los de asesoría y consultoría. Tareas como gestión, análisis y resolución de problemas son beneficios que podemos encontrar en los dos portafolios de servicios. Sin embargo, a la hora de contratarlos se debe tener claridad sobre cuál es el perfil y el enfoque de cada uno.
¿Qué nos ofrece la asesoría?
El asesor es la persona que aconseja, que brinda recomendaciones y sugerencias para optimizar el funcionamiento de la empresa. Su gestión es a largo plazo y con un amplio conocimiento en la especialización en la que se enfoca. Así las cosas, el asesor de seguridad supervisa las medidas necesarias para proteger de manera efectiva los bienes de una empresa o de un cliente, a partir de evaluar las potenciales amenazas de seguridad; el asesor financiero muestra el camino para que se gestionen los recursos económicos de manera exitosa; así mismo podemos hablar asesoría de imagen, fiscal, ambiental laboral, educativa, etc. Una asesoría generalmente parte de un diagnóstico, y de este surgen acciones a tomar, es allí donde entra a jugar un papel primordial la consultoría.
¿Qué nos ofrece la consultoría?
A diferencia de la asesoría, la consultoría se ocupa de temas puntuales y específicos. Cuando desde la asesoría se ha detectado un problema o una amenaza, es el consultor quien entra a hacer un análisis a fondo con los pasos concretos necesarios para solucionarlo. Es así como el consultor en seguridad, por ejemplo, desarrolla protocolos y planes de contingencia para eventuales riesgos que incluyen ciberseguridad, escoltas, guardias de seguridad, entre otros para brindar protección a sus clientes. El consultor no da un consejo, presenta un entregable ejecutado en un tiempo determinado que, generalmente, es a corto plazo. No obstante, están definidos los dos campos de acción, hoy en día hay empresas que ofrecen los dos servicios, tanto de asesoría, como de consultoría.