La tecnología es la fuerza que está jalonando cambios profundos en las personas: todos los días está impactando y transformando la identidad, las formas de relación humana, la manera de percibir y experimentar la realidad. Sin lugar a dudas, los ‘hackers’ también lo tienen claro y en esta época de coronavirus se han ensañado en perseguir el activo más importante en la actualidad: la información.

El incremento del uso de la internet por el teletrabajo y las clases virtuales durante esta época de aislamiento social ha hecho que los «ciberdelincuentes» hayan intensificado sus objetivos de ataque.

Por esta razón, es importante adelantar modelos de seguridad de la información para promover los lineamientos que permitan identificar y mitigar los riesgos a los cuales se exponen los activos corporativos: mantener actualizado el sistema operativo con los últimos parches de seguridad liberados por el fabricante en todos los dispositivos, instalar y actualizar los antivirus de fabricantes reconocidos para evitar infecciones con virus o software malicioso en los equipos, y realizar evaluaciones permanentes a la infraestructura de los servicios utilizados por los empleados que trabajen desde sus casas son algunas medidas que las empresas deben tomar para proteger la información.